Skydiver Felix Baumgartner aterrizó sin problemas logrando un record que comienza a 128.000 pies. Su paracaídas fué desplegado exitosamente ante las condiciones más extremas.
El salto se produjo desde una pequeña cápsula sostenida por un globo de helio que elevó a Baumgartner 120.000 pies (unos 23 km) – más de tres veces la altura crucero media alcanzada por un avión.